Mírate al espejo una vez más
Mira la muerte en tu rostro
Mira el fantasma que está a tu lado
No estás solo aunque no lo aceptes
No estás solo hablando contigo mismo
¿A quién puedes engañar? No queda nadie
Haz venido sólo pero te irás lleno de fantasmas
Nadie te advirtió cómo sería este viaje
Soñaste en vano con puentes bajo lluvia
Soñaste que la vida pasaría en tu alcoba
Ahora me preguntas con ojos sin consuelo
Y te respondo: tendrás que esperar para saber
Has envejecido y aún no tienes treinta y cinco
Has envejecido con gritos ahogados en el Sena
Has envejecido en la desdicha de tu mujer
Has envejecido en sólo una noche de invierno
Has envejecido de rostro azul y labios grises
Y en unas pocas horas a nadie importará
Ignoro dónde está mi vida y sus promesas
Cómo podría encontrarme ahora tan lejos
¿Qué otra cosa podría darme más allá de fantasmas?
¿Cómo he de vivir sin mi vida o llorar sin mi llanto?
Desconozco el término de la sombra
Me dije: desconozco el fin de la obscuridad
Has envejecido y la vejes te duele mucho
Nadie que conozcas podrá ayudarte nunca
Has envejecido y ahora no sonríes, no sientes
Pero deseas encontrar tu vida y sus promesas
Has envejecido sin mirar el fantasma a tu lado
Y continúas creyendo que hablas contigo mismo
Nadie predijo cómo sería el retorno a la noche
Nadie dio palabra de confianza o una fecha certera
Supongo que sólo podrás esperar paciente
Guardar el silencio en tu boca y bajo tus párpados
Inclinar tu cabeza cuando no sean visiones nocturnas
Disponerte a ser una pavesa efímera sin luz
Ahora que has sido quebrantado y vencido
Has desertado de
un sueño largo y vaporoso
Sacaste tus pies de las bardas celestiales
Y estás de vuelta en la
tierra donde perteneces
Tu voz ya no es tan fuerte ni tus palabras tan fatuas
Ya no tiene sentido el orgullo para ti, ni la tozudez
Cuando haya encontrado por fin un motivo
Saldré raudo y heroico como un santo de mi ataúd
Encontraré nuevamente El Camino y un sol
brillante
Se apartará la espada hiriente del invierno intransigente
Y florecerá una estación nueva y luminosa en mi vida
En la época venidera seguro podré hacerlo mejor
Yo salté desde el pináculo sin ángeles
protectores
Conseguí ser el dueño de mi destino por unas
horas
Para vestirme de negro el resto de mi vida
Ahora estoy desnudo y con un espejo en mi mano
Vi la tormenta venir sobre nosotros pero no creíste
Y su furia era sublime y negra, tan destructiva
Creo que todas las noches que hemos visto están
aquí
Y la verdad siempre esta a la deriva durante la obscuridad
Como un fantasma en el espejo junto a mí
Sabía que la tormenta se estaba acercando
Imagino que tenía que pasar por esto nuevamente
¿Por qué que estar a la deriva y sucumbir?
H. Muñoz
Paris 14/11/2012