lunes, 29 de octubre de 2012


Yo quiero que  el día sea igual que las sombras
Quiero que las oscuridades sean densas
y se acoja una paz profunda y fúnebre
en el corazón devastado del hombre impío
No espero que el albor brille ante mi rostro
y si así fuera permanezca siempre de espalda

viernes, 26 de octubre de 2012


Cuando la borrasca brama con ímpetu tenaz e irremediable, yo guardo silencio y miro al cielo.
Aunque las sombras se aproximan raudas y yacen acechantes a mi lado, yo guardo silencio y miro al cielo. 
No hay silencio sepulcral que pueda helar mi confianza más heroica o mi más santa determinación.
Mientras afuera el dolor carboniza y calcina, yo guardo silencio y miro al cielo.

Mi vida es una nevada incesante al cerrar los ojos y percibir su hálito a distancia sobre los gritos de la tempestad.

Mi vida persiste sobre una balada interminable de amor y muerte con los lamentos de mis ancestros.
Oigo réquiem de lobregueces en silencio nocturno, aunque lejano, yo sé que proviene de un nuevo firmamento.
En medio de conflicto y batalla, entre la querella y la quimera, yo oigo palpitar su cántico, y produce  en mí una dulce resonancia en mi espíritu.
¿Cómo podría, entonces, dejar de orar y confiar mansamente en mi Señor?


sábado, 20 de octubre de 2012



Mi ojerosa mujer: las manos arden amor y sangran
Permite hoy que mis dedos azules besen tus senos
Que infamen de deseo tu vestido abierto

Sean las palabras como senos desnudos ante mis ojos
Tan habituado estoy a mi destino marcial
que podría destruir la oscuridad que me destruye
Interrumpir la muerte acechante y atestarla  de cielo
llenar la breve gloria terrenal con palabras desnudas

Ellas podrían cominear en tu dulce magnificencia
 Y transgredir el lugar destinado para el sufrimiento

viernes, 12 de octubre de 2012


  
El día cierra pesadamente sus ojos
e inclina su cabeza hacia atrás
El día muere en la avenida
muy cerca de los árboles
y la nostalgia de un adiós apacible
me habla en susurros
La nostalgia es una sombra intensa
que sujeta fuerte por los brazos
y detiene mi marcha lejos del hogar

Camino tras una sombra 
Sintiéndome tan lejos 
Sintiéndome otro
Fuera de este mundo 
Siempre buscando
Perdido en los piélagos de la noche
Siempre aguardando encontrar recuerdos 
Promesas que dejé atrás sin cumplir
Como un niño, sin saber la razón

El día cierra pesadamente sus ojos
Las sombras ocultan sus lágrimas
Sus ojos se abren por última vez
Me mira sin reproches ni remordimientos
con la nostalgia de un adiós apacible
que murmura heridas incurables
que estremece recuerdos y promesas
en esta sensación de estar tan lejos
Oh, tan lejos