miércoles, 10 de mayo de 2017

Recuerdo estar a solas contigo
ocultos en la nieve y yo tomando tus senos:
una dulce caricia en la nieve
y el bufido del viento durante la noche...
Recuerdo mis manos en tus senos, en tu cintura
tu mirada perdida en la ventana.
Unos traían oraciones y otros los auspicios,
a veces la eternidad sólo dura un instante

Recuerdo verte desnuda en mi cama
azul, con la luz del invierno:
Yo recuerdo el azul de tu piel invernal
toda desnuda en mi cama,
diseminando en tus evocaciones
tu propia sangre.
Unos traían el mutismo y otros los presagios,
a veces la eternidad sólo dura un instante

Recuerdo no saber qué decir bajo la sombra
y cuánta quietud habías tenido tú:
la interminable nevisca de marzo
golpeando la melancolía de una larga ausencia
mientras que serena tú me decías adiós
y yo, con mi espada rota, claudiqué.
Unos traían el sosiego y otros las ausencias,
a veces la eternidad sólo dura un instante